"¿Me disculpa?" es una palabra que oirá pocas veces de los vieneses de pura cepa, para quienes se sabe que la amabilidad no es una prioridad. Pero una situación que sí se da, y además casi todos los días, alguien suelta un acalorado y brusco "perdone". ¿Dónde? En las escaleras mecánicas, claro.
Y es que el autóctono sabe que, si existe una regla importante en Viena, esa es "mantenerse a la derecha y avanzar por la izquierda". ¡Y pobre del que tarde demasiado en apartarse!, porque no pasará mucho tiempo hasta que le hagan conocer lo cálido del humor vienés. Da igual si el tramo de escaleras es corto o largo: esta regla se aplica a las más largas (estación U3 Zippererstraße) y también a las más cortas (estación U2 Schottentor).
Para los valientes tenemos un consejo algo temerario: quédese a la izquierda de la escalera y conozca la verdadera Viena en persona.