¿Quiere pasar y admirar el Ayuntamiento de Viena, aunque solo sea una vez? ¿Le gustaría vivir el bullicio del edificio desde donde se gobierna la ciudad? Pues pruébelo. El paternoster de la construcción neogótica monumental del Ring es uno de los pocos conservados en su estado original que quedan en Austria. Como el famoso "balduque", este "ascensor en cadena" rodea el Ayuntamiento de forma inexorable a una velocidad de 0,2 metros por segundo.

Cruje y se traquetea. El mero acto de subirse ya requiere un esfuerzo de superación. Dónde bajarse es una decisión que le incumbe enteramente a usted. ¿Se atreve quizá a dar la vuelta completa? ¿Acepta el riesgo de salir al otro lado, pero ya cabeza abajo? En aras de la seguridad, es posible que prefiera cerrar el bolso y abrocharse el abrigo. Si después de eso le queda tiempo, tal vez pueda echarle un vistazo a su peinado antes de llegar al supuesto final...