La discusión sobre dónde se hace el mejor gulash de la ciudad ha provocado verdaderos conflictos. Para muchos, el Café Anzengruber, regentado por croatas, es el mejor de toda la ciudad. Para hacer el legendario gulash del Anzengruber, la cebolla se hace a fuego lento durante largas horas. Hasta que pueda considerarse terminado, al parecer tienen que pasar ni más ni menos que tres (!!!) días. Del Schnitzel también se habla bien, y la cosa no termina en absoluto con el gulash.
Las tardes de fútbol en las que se emiten los partidos también tienen una reputación legendaria, y es que el Café Anzengruber, en realidad, no es ningún café. Es decir, no es una cafetería con café y pasteles tal y como uno se la imagina, sino que es más parecido a un Beisl. Abre sus puertas a las 16:00 y, por lo general, se va allí para beber cerveza.
El Anzengruber aparece con frecuencia en las novelas de Thomas Glavinic, por lo que uno puede imaginarse encontrar al escritor allí de vez en cuando. Pero, ¡chsss!, no hay que ir diciéndolo por ahí.
