Aquí no hay mucho que leer. Nada que oír. Y es que el sonido perfecto solo puede experimentarse en persona: en Viena, en el salón del fabricante de pianos Bösendorfer. Desde 1914, este elegante negocio está alojado en el mismo edificio que el Musikverein, uno de los lugares más musicales de esta ciudad. En esta tienda insignia no solo se asesora y se vende a los clientes, sino que todos están invitados a mirar y escuchar la magia del inimitable sonido Bösendorfer. Nada en formato digital que nosotros subamos aquí podrá igualar este momento en vivo. No deje pasar la oportunidad irrepetible de tocar una nota vienesa con sus propias manos. De forma interactiva y totalmente analógica. Imagíneselo así...
Para empezar: tome asiento. Luego: toque el teclado con los dedos. Toque las notas. Cierre los ojos. Sienta el sonido. Tocar un Bösendorfer aquí es como tocar el sonido. Como tocar algo inolvidable.
Un instrumento de alta calidad es una pieza de artesanía al que su creador ha dado parte de su alma. Más tarde, es el músico quien hace que esta alma suene; algo inexplicable pero totalmente cierto. Un Bösendorfer causa fascinación también por su estética: por fuera, sus enchapados, taraceas y lacas, y por dentro, la perfecta armonía entre tecnología y material elaborada para generar la máxima calidad.