Detrás de Stadlau se eleva una montaña, que carece de una pendiente y de una cima que sean dignas de mención. A pesar de ello, es la mayor elevación que el distrito 22 tiene que ofrecer. Es lo más alto y también lo más original, y es que aquí se encuentra el vertedero de Rautenweg, donde pastan las cabras montesas de Pinzgau desde hace más de 20 años, una especie amenazada. Estos ágiles animales cumplen la función de cortacéspedes naturales que se encargan de que la vegetación del vertedero se mantenga corta. Hasta ahora han nacido más de 100 crías en Rautenweg, por lo que al mismo tiempo se hace una gran aportación a la protección de especies.
Pues porque, además de ser el hogar de estas cabras, el vertedero de Rautenweg tiene otra particularidad: es un buen lugar al que hacer una escapada y ofrece una visión innovadora sobre la economía de residuos. Entre mayo y octubre, la montaña de basura estará abierta y disponible para hacer visitas y recorridos gratuitos. Es absolutamente necesario hacer una inscripción previa. Es importante tener en cuenta que el vertedero no es un zoológico al que se viene para acariciar animales, ya que todo gira en torno a la gestión sostenible de los residuos, pues se trata de proporcionar un espacio vital lo más natural posible para las cabras.
Información e inscripciones en www.wien.gv.at.
Vertedero de Rautenweg